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Los atrapasueños se utilizaban para proteger a los durmientes, especialmente a los niños, de los malos sueños, las pesadillas y los espíritus malignos.
Los amerindios creían que, por la noche, el aire estaba lleno de sueños, tanto buenos como malos.
Por eso llevaban los atrapasueños encima de sus camas.
No hay pruebas científicas de que los atrapasueños funcionen.
Y al mismo tiempo, no hay pruebas de que no funcionen.
Material: cáñamo.
Tamaño: 5,5 × 20 cm.
Material: madera.
Material: pluma.
Peso: 5 g.
Color: arco iris.
Referencias específicas